martes, 24 de abril de 2012

Cuento Clásico Hindú: Sé como un muerto.

Aprovechando la festividad de San Jorge, esta semana en Arte-Disaster os vamos a presentar este nostálgico tema: Cuentos Clásicos. Yo he decidido interpretar un cuento. Clásico, sí. Pero concebido en tierras lejanas y sabias. Un cuento hindú. He re-escrito el cuento, y lo he interpretado con algunas pequeñas ilustraciones. ¡¡Espero que os guste!!
...



En una pequeña región de la India residía un sabio Maestro. Un hombre apacible y venerable. 

Pero sólo tenía un discípulo: un joven de la zona, muy interesado en los consejos y lecciones del sabio.

El sabio le impartía poquito a poco sus enseñanzas místicas, a pesar de que el joven mostraba cierta torpeza en ocasiones.

Sin embargo, el Maestro jamás perdió la paciencia y siempre mostró un destello de paz eterna en su mirada.
Tras una jornada intensa de meditación, cuando el cielo ya se estaba apagando, el Maestro se dirigió al joven y le ordenó, sin más:
- Querido mío, mi queridísimo discípulo. Ve, en este mismo instante, allá donde abandonan a los cadáveres. Una vez estés allí, grita. Grita con todas tus fuerzas a los muertos. Pero que de tu boca sólo salgan halagos.

El joven, sin decir una palabra, obedeció al Maestro y se dirigió al cementerio más cercano. Allí, en medio de la más tenebrosa penumbra, gritó a todo pulmón toda clase de elogios hacia los muertos.

Después de haber roto el sepulcral silencio, regresó junto al Maestro.
Éste, con un semblante más regio de lo habitual, le preguntó:
- ¿Qué te respondieron los muertos, joven?
- Nada. Absolutamente nada, Maestro.
- Bien, ahora vuelve al cementerio y grita de nuevo. Pero, esta vez, que tus gritos sean insultos, reproches y toda clase de cosas desagradables que se te ocurran.


El joven, lleno de incertidumbre y temor, llevó a cabo la nueva orden que su Maestro le había encomendado. 
Una vez volvió al cementerio, soltó toda clase de insultos hacia los eternamente durmientes.
 Después de unos minutos volvió al poblado y allí encontró al Maestro, sentado en el mismo lugar donde lo había dejado. El anciano le preguntó al instante:                             
- ¿Qué te respondieron los muertos esta vez?
- Nada, Maestro. Absolutamente nada respondieron.

Y el Maestro concluyó su lección:
- Así debes ser tú. Indiferente, como un muerto, a los halagos e insultos de los otros.


10 comentarios:

  1. Woo wo woo! ¡Qué chulada! Me encanta :) es muy original y desde luego es un gran consejo xD
    Las ilustraciones son preciosas!

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    1. Conocía este cuento desde hacía tiempo, pero no me acordaba bien y tuve que re-buscarlo. Cuando lo volví a leer me di cuenta de que me venía muy muy bien para la situación que estaba viviendo, así que no me lo pensé dos veces y decidí representarlo!! Quise darle un aire infantil a este cuento, y me divertí mucho haciendo las ilustraciones! :D Me sorprendió cómo me quedó, sobre todo el Maestro, que es tann achuchable ^^ Me alegro que haya gustado! Muchas gracias preciosa!! Mmmuahh

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Wooahhh *_* Muchas, muchas gracias señorito Caballocodrilo jojojo *_* Estoy híper contenta con esta entrada, mil gracias por tus palabras!!!! Se agradecen mucho los comentarios!! Muahh

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  3. Me ha encantado, una moraleja muy muy buena ^___^ Me ha encantado la publicación chochobom

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    1. Tú si que me encantas, chochobomm!!! *_* Te quiero!!!!!!

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  4. "no seas como una hoja a merced del viento de los halagos e insultos"
    Me ha encantado esa frase. Me suena haberla escuchado por ahí, sin embargo no conocía el cuento. Las ilustraciones son muy simpáticas :)

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    1. Es genial, ese cuento es genial y no podía dejarlo pasar!!! :D Y sí, la frase es remarcable al 100%!! :D Es posible que la hayas escuchado, como habrás escuchado bastantes proverbios chinos, hindúes... Son verdades enormes ^^ Muchas gracias por lo de los dibujitos, lo pasé pipa haciéndolos ^^ Gracias por comentar!! :D

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  5. Me ha gustado mucho. Y las imágenes encajan muy bien con el texto. :)

    Para mí no es la festividad de San Jorge, sino el día del libro (por la muerte de Cervantes un 23 de abril y la de Shakespeare un 23 de abril del mismo año, diez días después que Cervantes). Pero realmente es muy adecuado.

    Sigue haciendo estas cosillas Miriam.

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    1. Vaya telita con lo del calendario.. :P
      Gracias, Salva, gracias!!!!! :D Y seguir claro que seguiré, nunca dejaré de hacer las cosas que me gustan y me hacen feliz :) Un besazo!

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